Pertenecer a una lista de morosos otorga limitaciones a los deudores a la hora de solicitar préstamos, créditos o cualquier otro servicio bancario. Por lo que es importante saber salir de una lista de morosos.
Quizás este término se relacione con graves situaciones de insolvencia, pero lo cierto es que puede estar más cerca a nuestra vida cotidiana. Un simple impago en la factura de la luz puede hacer que pertenezcamos a una lista de morosos.
Las listas de morosos son bases de datos que registran los impagos de particulares y empresas. Además, una vez pagadas las deudas, los morosos podrán seguir perteneciendo a este registro durante los próximos 6 años. Estos ficheros registran la solvencia patrimonial pasada y presente de personas físicas y jurídicas.
Para poder incluir los datos de un deudor en una lista de moroso se deben cumplir los siguientes requisitos:
Para saber si estás dentro de una lista de morosos bastará con consultar las principales bases de datos. En España 130 empresas colaboran en el registro de impagos y análisis de información societaria a empresas. Algunas de las más importantes son:
ASNEF (Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito): esta entidad valora la solvencia de una empresa o persona física. Es interesante que entidades bancarias consulten la solvencia de clientes a la hora de conceder un préstamo u otros servicios bancarios.
Sin embargo, un particular también podrá consultar este registro para saber si se encuentra en la base de datos. Y es que no es necesario haber solicitado un préstamo bancario, el simple impago de una factura de luz, móvil o gas podría incluirnos en la lista.
Según la legislación el deudor deberá ser notificado en un plazo máximo de treinta días tras realizarse la inscripción en la plataforma. Una vez notificado tendrá la oportunidad de saldar la deuda contraída durante los próximos treinta días, y en los diez días siguientes será eliminado del registro.
RAI (Registro de Aceptaciones Impagadas): en esta plataforma además se registran empresas con deudas acerca de letras de cambio, pagarés y otras deudas solicitadas por empresas y no han sido saldadas.
Para estar registrado en el RAI es necesario haber reconocido la obligación de pago a otra empresa mediante un documento bancario, esta es la principal diferencia con ASNEF, la cual no requiere de este reconocimiento por parte del deudor para pertenecer a ella.
este servicio público se encarga de gestionar una base de datos financieros que contiene información acerca de créditos, prestamos, hipotecas y riesgos que asumen empresas y particulares en España. Debido a su carácter público los datos son accesibles para cualquier entidad.
Quedarán registrados en esta base de datos todas personas físicas y jurídicas que contraigan un préstamo o crédito de un superior a 6.000 euros o aquellos que hayan asumido un riesgo de más de 60.000 euros.
Esta plataforma, a diferencia de las dos anteriores no es un mero registro de morosos. Identifica a todos aquellos usuarios que hayan contraído un riesgo bancario independientemente de cual sea el estado financiero de la operación: normal, impagado, en reclamación judicial, etc. No obstante, estos datos generales se podrán cruzar con los registros anteriores y así identificar la capacidad de solvencia y el compromiso de los deudores.
Además, cabe destacar la permanencia de estos datos en la plataforma una vez incluso fuera de la lista de morosos. El CIRBE posee un historial de cada cliente que además podrá ser consultado por las entidades financieras a la hora de conceder un nuevo préstamo o servicio financiero.
Para salir de una lista de morosos bastará con:
No obstante, incluso una vez pagada la deuda los datos del deudor podrán seguir quedando registrados en la plataforma de impagados durante los próximos 6 años siguientes.
Este registro actúa como una “lista negra” para inspeccionar el pasado financiero de los deudores. Si el pagador quiere eliminar definitivamente sus datos de este registro deberá llevar a cabo uno de estos dos procesos judiciales:
Contraer una deuda no siempre supone una connotación negativa si se sabe gestionar el plazo de pagos. Sin embargo, una mala solvencia económica o gestión patrimonial podrá hacer que nuestro nombre aparezca en una de estas temidas bases de datos.
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