Una de las principales preocupaciones financieras para cualquier persona que ha pedido un préstamo o un crédito es entrar en un ciclo de deuda del que no pueda salir. Sin importar cuál sea la causa, la dificultad o imposibilidad de pagar nuestras deudas puede perjudicar gravemente nuestro futuro financiero.
Consolidar las deudas consiste en juntar todos tus préstamos y unificarlos en uno nuevo que sirva para pagar los anteriores. Este proceso también se conoce como reunificación de deudas. Habitualmente y de forma muy resumida, lo que se hace es contratar un nuevo préstamo con el que saldar los que ya tenías. Sin embargo, en Repagalia, te ofrecemos un programa de pagos con el que no tendrás que pedir más préstamos y además tendrás que pagar menos.
La consolidación de deuda no reduce tus deudas, ni te exonera del pago de las mismas, salvo que negocies con los diferentes acreedores, que es de lo que se encarga Repagalia. Lo que hace la consolidación de préstamos es unificar las deudas que antes tenías repartidas en diferentes créditos en uno solo. Con esto podrás:
Repagalia te ofrece todas las ventajas de una consolidación pero elimina las desventajas: simplificas pagos, ahorras dinero y pagas menos cada mes...pero no es necesario que alargues el plazo, ya que no existe un nuevo préstamo.
El proceso de consolidación de deudas es muy sencillo. Estos son los pasos que debes seguir:
En caso de que no cuentes con una hipoteca, o simplemente quieras acabar con tus deudas definitivamente, contacta con Repagalia para que te asesoren, nuestros agentes son expertos en deuda.
El proceso de consolidar deudas en un solo préstamo tiene sus costes. Si optas por hacerlo con un préstamo que ya tienes contratado o con la hipoteca, estos gastos se reducirán. Con un préstamo hipotecario tendrás que ampliar el capital (y posiblemente el plazo de devolución) a través de una novación. Esto se traduce en una serie de gastos y comisiones. El primero será la comisión por novación, que oscila entre el 0,1% y el 1%, aunque puede ser mayor según tu entidad.
A estos habrá que sumar la mitad de los gastos de notaría, el registro de la hipoteca y los gastos de gestoría. En algunos casos también puede ser necesaria una nueva tasación de la vivienda. ¿Y con un nuevo préstamo? En este caso seguramente tendrás que abonar los gastos de estudio y apertura, que suelen ser menores que los de la hipoteca.
Si prefieres resolver tu situación sin gastar más dinero, en Repagalia podemos ayudarte con un plan de pagos a tu medida.
A efectos prácticos un programa de liquidación de deuda es muy similar a una consolidación o reunificación de deudas. En ambos casos, unificas todos tus préstamos en una única cuota mensual. Sin embargo existe una diferencia importante: en el programa de liquidación de deuda, el importe de la deuda no aumenta, sino que se reduce, ya que se alcanza un acuerdo con los acreedores para liquidar las deudas con un descuento que puede llegar hasta el 50%.
Qué ventajas te ofrece nuestro programa de reunificación de deudas:
El préstamo del coche, la tarjeta de crédito, la televisión que financiaste, las últimas vacaciones... Tener muchas deudas suele ser una carga pesada, especialmente cuando además se juntan problemas para afrontar todos los pagos. La solución en estos casos pasa por establecer un plan de pago de las deudas. Diseñar este plan te permitirá saber cuál es la mejor opción para afrontar tus deudas.
Como ya hemos visto, consolidar su deuda puede traerle muchas ventajas, sin embargo, también puede traerle una serie de inconvenientes como los siguientes:
Consolidar deudas es una opción útil para muchas personas que quieren saldar sus deudas de forma urgente, pero es importante conocer las diferentes opciones para hacerlo.
Todas estas opciones conllevan las desventajas que hemos mencionado anteriormente.
Si después de analizar las ventajas y desventajas de los tipos de consolidación de deudas, llegas a la conclusión de que es tu mejor opción para ocuparte del pago de tus deudas, considera seguir estos pasos para hacerlo:
Para conocer bien tu situación, es conveniente revisar cuál es tu puntaje de crédito y tener claro cuáles son tus ingresos y deudas totales. Puedes hacer una lista de todos los préstamos e incluir en ella las tasas de interés y mensualidades correspondientes.
Antes de firmar un préstamo para consolidar deudas, vuelve a analizar las ventajas y desventajas de esta opción. Recuerda que consolidar deudas no equivale a eliminar tus deudas, más bien es una reestructuración del pago de las mismas. Es importante que esto quede claro para que así puedas comprometerte de manera consciente con tu nuevo plan de pago y evitar que tu deuda siga creciendo y tengas repercusiones graves en tu historial de crédito.
Cuando tengas clara tu situación financiera podrás empezar a buscar un préstamo para consolidar deudas. Algunos acreedores ofrecen préstamos garantizados con tasas de interés más bajas, pero ten en cuenta que al aceptar esta opción puedes poner en riesgo tu patrimonio y, por lo tanto, tu futuro y el de tu familia.
Una vez que hayas decidido cuál es tu mejor opción para consolidar deudas, acude con tu acreedor para negociar tu plan de consolidación. Recuerda que es importante comprometerse a hacer todos los pagos mensuales puntualmente. Verás que, con constancia y esfuerzo, puedes lograrlo.
Si en cualquiera de estos pasos tienes dudas o quieres recibir asesoramiento, no dudes en consultarnos.
El primer paso para acabar con las deudas es decidir tomar las riendas de las finanzas. Es importante analizar la gravedad de la situación, conocer la totalidad de las deudas, saber los gastos fijos y los ingresos mensuales. Hacer un balance de la situación real es el punto de partida.
Lo mejor sería hablar con el acreedor para exponer la situación financiera y mostrar interés por pagar las deudas. Lo más normal es que, al explicar la situación, te ofrezcan alguna de estas alternativas:
La renegociación de la deuda implica acordar nuevas condiciones para afrontar las deudas sin caer en el incumplimiento de pago. Es importante que esta renegociación se ajuste lo mejor posible a tu escenario financiero actual. Por ello decimos que el primer paso es analizar la situación real con las deudas, gastos e ingresos disponibles.
Esta alternativa quizá sea la solución más atractiva para el banco, pero normalmente no lo es para el deudor. De este modo, el banco refinancia la deuda con otro préstamo personal a devolver en más años con una cuota más cómoda para ti pero te cobrará nuevos intereses. Es cuestión de analizar las condiciones y si te resulta interesante, formalizar el nuevo préstamo.
Ojo con los préstamos ICO porque pueden salir muy caros. Lo mejor es pedir asesoramiento de un abogado especializado y que te explique bien las condiciones de este tipo de préstamos. Ahora bien, existe otra alternativa legal que el banco o entidad financiera no va a proponer: la Ley de Segunda Oportunidad.
Es sin duda un procedimiento que mantiene las garantías independientemente de si el deudor tiene o no bienes en su poder. Cuando el deudor dispone de patrimonio, se evita el proceso de liquidación de bienes a la vez que se consigue una reducción sustancial en las cuotas mensuales de deuda, llegando incluso a la cancelación total de la deuda en la fase judicial.
Si el banco sabe que no tienes bienes o no son suficientes para cobrar la deuda le interesará llegar a un acuerdo contigo, puesto que reclamar por vía judicial no le servirá de mucho si no tienes patrimonio ni ingresos suficientes.
En cualquier caso, si no puedes pagar tus deudas, te recomendamos acudir a la Ley de Segunda Oportunidad. No dudes en contactar con nosotros para que te asesoremos.
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