Si te ves ahogado por las deudas y no puedes saldar todas. Te puedes preguntar si todavía te queda alguna solución a esta situación, y la respuesta es sí: las refinanciaciones.
Pero como toda operación financiera hay que estudiar todos los aspectos, así como las ventajas y los inconvenientes que puede suponer decantarte por esta opción. Para que sepas todo lo necesario y así puedas decidir qué alternativa te interesa más. Te vamos a proporcionar toda la información: qué son, los tipos de refinanciación, los requisitos o como puedes acceder a ella.
Igual hasta ahora, no habías escuchado hablar de este concepto.
Por lo que debes saber que las refinanciaciones consisten en modificar las condiciones iniciales del crédito y cambiar los términos sobre el contrato que se realizó.
Estos cambios pueden afectar al plazo, la tasa de interés o el sistema de amortización, entre otros aspectos. Refinanciar una deuda conlleva que tanto el cliente como la entidad bancaria deben estar de acuerdo con los nuevos términos.
Las refinanciaciones son una alternativa para aquellos clientes que necesitan ajustar la sobrecarga económica a la que tiene que hacer frente todos los meses.
Los expertos aseguran que lo ideal es ponerse en contacto con la entidad financiera antes de que se produzcan impagos. Y explique su situación actual que no le permite hacer frente al monto de los pagos. Necesitando refinanciar su deuda para seguir cumpliendo con su obligación.
Al obtener estas refinanciaciones antes de no hacer frente a las deudas, nos permitirá no dañar nuestro historial crediticio.
El banco solicitará un abono del monto de la deuda. Y deberá justificar cuáles serán sus fuentes de ingreso para hacer frente a la deuda para estudiar las nuevas posibilidades de pago del cliente.
Las refinanciaciones consisten en el cambio de condiciones por lo que servirá para una finalidad concreta dependiendo de nuestra situación económica y financiera, y estas utilidades son las siguientes: unificar varios préstamos en uno, reducir el plazo de devolución, reducir la cuota mensual, mejorar el interés del crédito o cambiar el tipo de interés, de fijo a variable.
Los diferentes tipos de refinanciaciones son las formas que el deudor tiene para lograr una solución con sus acreedores de forma global para poder hacer frente a las deudas que tiene pendiente con ellos, y evitar así caer en los impagos.
Ahora bien, a la hora de refinanciar un préstamo existen diferentes alternativas disponibles y cada una tiene unas características distintas según la finalidad que quieras conseguir.
Por lo tanto, las opciones con las que puedes contar para refinanciar la deuda son: la reunificación, por la que conseguirás la unión de varios créditos en uno único; la subrogación, por la que se produce un cambio de entidad financiera para conseguir mejores condiciones; y la novación, que consiste en el cambio de condiciones a través del mismo banco.
Llevar a cabo las refinanciaciones de las deudas se deben seguir una serie de pasos, que vamos a pasar a detallar a continuación:
Esta opción permite tanto a particulares como autónomos aliviar su situación financiera para volver a hacer frente a sus deudas o no caer en el impago por primera vez. Antes de decidirte por las refinanciaciones de crédito es importante que conozcas las ventajas, pero también los inconvenientes que llevan emparejados. Por ahora, vamos a conocer las ventajas que aportan este tipo de solución:
Después de conocer las maravillosas ventajas que presentan las refinanciaciones, vamos a conocer la otra cara de la moneda, es decir, los inconvenientes y riesgos que llevan implícitos este tipo de solución. Estas desventajas son las siguientes:
Por eso, aunque de primeras puede parecer la solución a todos nuestros problemas financieros, es aconsejable contar con un buen asesoramiento que nos permita ver si las refinanciaciones son la opción más adecuada a nuestra situación.
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