El embargo por deudas se ha convertido en una realidad que afecta a miles de familias en España. La incertidumbre sobre cuándo puede iniciarse un embargo y qué bienes pueden verse afectados genera inquietud entre quienes atraviesan dificultades económicas. Factores como el tipo de deuda, el acreedor o la naturaleza de los bienes, juegan un papel clave en los límites y procedimientos que pueden desencadenar en una pérdida de salario, descuentos en la cuenta bancaria o incluso la pérdida de vivienda. En este contexto, la Ley de Segunda Oportunidad emerge como una vía para frenar los embargos y recuperar la estabilidad financiera.
Un embargo es un procedimiento legal mediante el cual el acreedor retiene parte de los bienes o ingresos del deudor para satisfacer el pago de una deuda impagada. El proceso se inicia cuando, tras intentos de cobro fallidos, el acreedor acude a los tribunales para solicitar la ejecución de la deuda.
Según la Ley de Enjuiciamiento Civil, antes de llegar al embargo, el deudor debe recibir una notificación oficial en la que se le reclama el pago pendiente. Si no se atiende esta notificación, se puede dar paso al embargo de bienes.
No existe una cantidad fija y general que determine a partir de qué deuda se puede embargar, pero hay algunos puntos clave:
El artículo 605 de la Ley de Enjuiciamiento Civil establece un orden para embargar bienes. Este orden busca minimizar el perjuicio al deudor y priorizar los activos más líquidos. Los principales bienes embargables son:
Según el artículo 607.2 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, los salarios que superan el SMI están sujetos a embargo aplicando diferentes porcentajes según el tramo salarial:
Es decir, si ganas el salario mínimo, no te pueden embargar nada; si lo superas, el porcentaje crece progresivamente.
Las cuentas bancarias pueden ser embargadas una vez que la administración o el juzgado emite una orden. Es importante saber que los bancos están obligados a cumplir con estas órdenes, pero deben respetar el límite inembargable.
En cuanto a los inmuebles, si tienes deudas asociadas a una hipoteca, el banco puede iniciar la ejecución hipotecaria. Si las deudas son de otro tipo, el acreedor deberá seguir un procedimiento judicial que concluya con la subasta pública del inmueble.
Si te embargan y actualmente no tienes bienes a tu nombre, no significa que la deuda desaparezca. En cuanto adquieras algún bien, este podrá ser embargado para saldar la deuda.
Por tanto, el embargo puede afectar tanto a tu patrimonio actual como a cualquier bien que adquieras más adelante, salvo aquellos que la ley considera inembargables, como es el caso de los animales de compañía.
El embargo puede afectar gravemente tu patrimonio y tu vida diaria. Además de perder parte de tu salario o tus bienes, estar en una situación de ejecución limita tu capacidad de acceso a créditos, hipotecas, alquileres y otros servicios.
Por eso, es crucial buscar soluciones antes de que el proceso avance.
Aquí es donde entra en juego la Ley de Segunda Oportunidad. Esta ley permite a las personas en situación de insolvencia (cuando no pueden pagar sus deudas) cancelar total o parcialmente sus deudas y, lo más importante, paralizar los embargos en curso.
Los principales beneficios son:
En Repagalia, analizamos tu situación, revisamos tu documentación y te guiamos paso a paso para acogerte a esta ley y recuperar tu tranquilidad financiera.
Aunque no existe una cantidad mínima universal para iniciar un embargo, cualquier deuda embargable puede acabar poniendo en riesgo tu salario, cuenta bancaria, vivienda y demás bienes. Ignorar avisdos y notificaciones solo empeora la situación.
La buena noticia es que tienes soluciones. En Repagalia somos expertos en cancelar deudas y proteger tu patrimonio. Gracias a la Ley de Segunda Oportunidad, puedes parar los embargos, y conseguir la exoneración total de tus deudas.
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