Cuando una persona acumula deudas, no puede pagar y entra en situación de impago, todo empieza a complicarse. Ya que todos sus bienes, tanto presentes como futuros, se ponen a disposición para el pago de la deuda.
Antes de todo, vamos a ver qué es un embargo. Se trata de un proceso legal mediante el cual se asegura el pago de una deuda. Cuando una persona no cumple con sus obligaciones de pago, el acreedor puede solicitar el embargo de sus bienes para asegurarse de que se le pague lo que le corresponde.
El proceso de embargo comienza con una orden judicial que autoriza al acreedor a tomar posesión de los bienes del deudor. Estos bienes pueden incluir propiedades, cuentas bancarias, vehículos u otros activos de valor. Después de ejecutar el embargo, los activos son subastados y el dinero obtenido se destina a cubrir la deuda.
Es importante tener en cuenta que un embargo no es la única forma de asegurar el pago de una deuda.
Aunque la situación pueda parecer compleja, existen medidas que puedes tomar para proteger tu negocio en caso de embargo por deudas personales.
La participación que poseas de una sociedad influye en las consecuencias que puedas tener. En primer lugar, si no puedes pagar tus deudas, es posible que tus acreedores intenten embargar tus activos personales, lo cual incluye cualquier propiedad que tengas a tu nombre. Esto podría afectar directamente a tus empresas, ya que tus activos pueden estar vinculados a ella.
Hay que aclarar que el patrimonio de una empresa es completamente independiente al de sus propietarios, por lo que cabe la posibilidad de que los bienes de la empresa no se requisen, pero sí embargar tus acciones o valores.
En algunos casos, las deudas personales derivan de una empresa en quiebra, por lo que nadie asumiría la propiedad endeudada.
Estar inmerso en estas circunstancias puede acarrear numerosas dificultades. Los prestamistas y los bancos generalmente revisan el historial crediticio personal de los empresarios antes de otorgar un préstamo o líneas de crédito a una compañía. Figurar en una lista de morosos puede perjudicarte, pero existen diferentes formas de salir de ASNEF. Si tienes una deuda personal significativa, es muy posible que vean esto como un riesgo y te nieguen la financiación que necesitas para hacer crecer tu empresa.
1. Constituir una Sociedad Limitada o una Sociedad Anónima: Al constituir tu empresa como una sociedad limitada o una sociedad anónima, otorgas personalidad jurídica a tu negocio. Esto significa que la empresa será responsable de sus propias deudas y obligaciones, y no tú como propietario. Por lo tanto, tus acreedores no podrán embargar los bienes de la empresa para satisfacer tus deudas personales. Esta sería una de las actuaciones que podrías llevar a cabo en el caso de querer montar una nueva empresa.
2. Establecer un acuerdo de separación de bienes: Si ya tienes una empresa y estás endeudado personalmente, puedes establecer un acuerdo de separación de bienes con tu cónyuge o pareja. Esto implica que los bienes que adquieras a partir de ese momento
estarán separados de tus deudas personales. De esta manera, tus acreedores solo podrán embargar los bienes que sean de tu propiedad personal y no los de la empresa.
3. Contratar un seguro de responsabilidad civil: Otra forma de proteger tu empresa es contratando un seguro de responsabilidad civil. Este tipo de seguro te cubrirá en caso de que enfrentes demandas o reclamaciones por parte de terceros.
En el segundo caso, nos gustaría apuntar que existen excepciones al principio de separación de bienes. Por ejemplo, cuando utilizas los bienes de la empresa como garantía para obtener un crédito personal: si solicitas un préstamo personal y pones como garantía los activos de tu empresa, como maquinaria, inventario o propiedades, en caso de no poder pagar la deuda personal, los bienes de la empresa podrían ser embargados para cubrir esa deuda.
Otra excepción es cuando tienes deudas personales con proveedores o contratistas que también son proveedores de tu empresa. Si no pagas tus deudas personales, es posible que estos proveedores restrinjan su relación comercial contigo o incluso dejen de suministrarte los productos o servicios necesarios para el funcionamiento de tu empresa.
La mejor opción cuando te encuentras en esta fase de desconcierto es asesorarte por profesionales del derecho. Cuando se trata de deudas personales, es crucial entender las leyes y regulaciones aplicables.
Un ejemplo de ello es la Ley de Segunda Oportunidad, que tiene como objetivo ayudar a las personas que se encuentran en una situación de endeudamiento insostenible. Esta ley brinda la posibilidad de cancelar el 100% de las deudas o negociar con los acreedores para liquidarlas de forma ordenada y justa. Además, en el caso de los autónomos, también pueden beneficiarse de la cancelación de sus deudas con la Hacienda y la Seguridad Social.
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