La reestructuración de deuda implica revisar y modificar los términos acordados entre el deudor y la entidad financiera, con el objetivo de beneficiar a ambas partes. Esto puede incluir prolongar el plazo de devolución, modificar la cuota mensual o los intereses y posponer los pagos, entre otras opciones. En este artículo, te explicamos en detalle qué es la reestructuración de deuda y cuándo es aconsejable considerarla.
Si te encuentras en una situación complicada por las deudas, no te preocupes, existen numerosas opciones para reducir esta carga.
El proceso es simple: el deudor debe presentar una propuesta a la entidad financiera para modificar el contrato existente y establecer nuevas condiciones. Estas condiciones pueden incluir la extensión del plazo de pago, la reducción del tipo de interés, el aplazamiento de los pagos… para adaptar la cuota mensual a la situación actual del deudor y que pueda saldar la deuda.
Una vez que se ha comunicado la situación a la entidad financiera, esta hará una propuesta con términos específicos para llevar a cabo la reestructuración y continuar con los pagos.
Existen diferentes métodos de reestructuración de deuda: como establecer nuevos mecanismos de financiación o aplazar el vencimiento de la deuda. En el primer caso, hablaríamos de una refinanciación, donde existiría un nuevo préstamo que se emplearía para cancelar la deuda anterior, generando una nueva deuda. En el segundo caso, se trata de un aplazamiento del vencimiento. En ambos casos lo habitual es que la deuda aumente y se acabe pagando más en intereses.
La reestructuración de deuda y la bancarrota o insolvencia son dos conceptos que a menudo se comparan, pero tienen resultados e implicaciones diferentes.
Aquí están las principales diferencias:
Naturaleza del proceso: La reestructuración de deuda implica renegociar los términos y condiciones de la deuda existente con los acreedores, con el objetivo de hacerla más manejable para el deudor. Por otro lado, la bancarrota es un proceso legal en el que se declara la incapacidad de pagar las deudas y se busca una liquidación de los activos para pagar a los acreedores.
Resultados y objetivos: La reestructuración de deuda tiene como objetivo principal mantener la viabilidad financiera del deudor y evitar la quiebra. Se busca llegar a nuevos acuerdos que permitan al deudor pagar sus deudas de manera más realista. En contraste, la bancarrota implica la liquidación de activos con el objetivo de pagar a los acreedores en la medida de lo posible.
Impacto en la reputación y el historial crediticio: La reestructuración de deuda, aunque puede tener un impacto en el historial crediticio, generalmente tiene un efecto menos negativo que la bancarrota. La bancarrota puede tener consecuencias duraderas en la reputación del deudor y su capacidad para obtener crédito en el futuro.
Conservación de activos: En la reestructuración de deuda, el deudor generalmente puede conservar sus activos y continuar operando. En la bancarrota, los activos pueden ser liquidados para pagar a los acreedores, aunque hay excepciones, en lo que se refiere a la vivienda habitual.
Proceso y requisitos legales: La reestructuración de deuda es un proceso negociado entre el deudor y los acreedores, generalmente con la ayuda de profesionales especializados. En el caso de la bancarrota, se puede recurrir a un proceso legal para cancelar las deudas por ley, acogiéndose a la Ley de Segunda Oportunidad.
Estos son los motivos fundamentales por los que recurrir a este proceso:
Esta solución alternativa a la insolvencia ofrece numerosos beneficios en comparación con declararse en bancarrota:
Evitar el estigma de la bancarrota: La insolvencia conlleva una connotación negativa que puede afectar la reputación de una persona y sus oportunidades futuras. La reestructuración de deuda puede ser un paso importante para reconstruir la confianza con los acreedores. Es crucial mantener la transparencia durante el proceso y cumplir con los compromisos acordados para fortalecer las relaciones financieras.
Conservación de los activos: La reestructuración de deuda permite al prestatario conservar sus activos, a diferencia de la bancarrota, donde los activos pueden venderse para pagar a los acreedores. Al evitar situaciones de falta de solvencia y pérdida de control, en el caso de que se trate de un autónomo, la empresa puede preservar sus operaciones, proteger empleos y asegurar su valor a largo plazo.
Tasas de interés más bajas: La renegociación de deuda puede conducir a tasas de interés más bajas, ya que los acreedores pueden estar dispuestos a negociar condiciones más favorables para el pago de la deuda.
Plan de pago personalizado: La reestructuración de deuda también ofrece la ventaja de contar con un plan de pago personalizado. Esto significa que, junto con los acreedores, se puede establecer un nuevo plan de pagos que se ajuste a la capacidad financiera del deudor. Esta flexibilidad permite distribuir los pagos de manera más realista y manejable, lo que facilita el proceso de ponerse al día con las obligaciones financieras.
Los pasos para llevar a cabo una reestructuración de deuda son los siguientes:
Evaluar la situación financiera: Analiza detalladamente tus deudas, ingresos y gastos para tener una visión clara de tu situación financiera.
Reunir la documentación necesaria: Recopila toda la documentación relacionada con tus deudas, como contratos, estados de cuenta y correspondencia con los acreedores.
Establecer un plan de pago: elabora un plan de pago que se ajuste a tu capacidad financiera.
Comunicarse con los acreedores: se trata de contactar con tus acreedores para negociar nuevos términos y condiciones de pago. Es importante mantener una comunicación abierta y transparente con ellos.
Realizar los pagos según el plan acordado: Cumple con los pagos establecidos en el plan de reestructuración de deuda. Esto te ayudará a reducir tus deudas de manera progresiva y recuperar tu estabilidad financiera. En todo este proceso, buscar una reparadora de deuda como Repagalia que pueda ayudarte en el análisis de la situación, la planificación estratégica y las negociaciones con los acreedores puede ser fundamental para garantizar el éxito de la reestructuración. Asegúrate de investigar y seleccionar una empresa confiable que tenga experiencia en el campo y pueda brindarte el apoyo necesario para acabar con tus deudas de manera efectiva.
Aquí tienes 4 consejos para seleccionar los mejores especialistas en reestructuración de deuda y por qué Repagalia es una excelente opción:
Experiencia y trayectoria: Busca especialistas con una amplia experiencia en el campo de la reestructuración de deuda. Repagalia cuenta con una trayectoria sólida y ha ayudado a numerosos clientes a superar sus problemas financieros.
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Profesionalismo y transparencia: Busca especialistas que sean profesionales en su trato y que te brinden información clara y transparente sobre el proceso de reestructuración. Deben tener un compromiso con la transparencia en todas las etapas del proceso.
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