Las tarjetas revolving se han convertido, posiblemente, en el producto financiero más controvertido que existe, especialmente desde que el Tribunal Supremo determinó en una sentencia que los intereses de este tipo de financiamiento son excesivos. Hay numerosos casos judiciales en los que los usuarios de estos productos han ganado demandas en contra de los bancos y entidades financieras que los comercializan. Este acontecimiento ha llamado la atención de los medios de comunicación y ha llevado incluso al Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital del Gobierno de España a aprobar nueva legislación para su regulación.
Es importante reconocer que, al igual que sucede con otras formas de financiación, las tarjetas de crédito pueden tener beneficios y desventajas, por lo que es fundamental conocerlos para usarlas de manera correcta.
Primero de todo vamos a definir qué son este tipo de tarjetas: son un tipo de tarjeta de crédito que permite a los usuarios realizar compras dentro de un límite de crédito y pagarlas en cuotas mensuales. Una de las “ventajas” es que aparentemente tú decides cuánto abonar y en qué periodos. En general, pagas una cuota fija mensual o un porcentaje de la deuda pendiente.
Su funcionamiento es parecido a los préstamos micropréstamos o a una línea de crédito. Están diseñadas para qué las compras o retiros de efectivo que el usuario ejecute, se aplacen automáticamente, lo que permite efectuar los pagos en plazos cómodos y adaptados.
Al igual que cualquier tarjeta de crédito, este tipo de financiación te permite hacer pagos sin importar la cantidad de dinero que tengas en tu cuenta asociada, ya que el dinero utilizado no se carga de inmediato en la cuenta, sino que se pospone para pagar más adelante, generalmente a fin de mes. En el caso de no poder devolver el importe utilizado, se genera una deuda pendiente de pago, sobre la que se aplicarán unos intereses.
La realidad de estas tarjetas revolving es que aplican unos intereses muy elevados entre el 20 y el 30% TAE. Las audiencias provinciales venían dictando resoluciones contradictorias respecto a qué tipo de interés se considera “notablemente superior al normal del dinero y manifiestamente desproporcionado”, que son los requisitos previstos en la ley contra la usura.
Sin duda, los intereses de este producto son considerablemente más elevados que los de cualquier otro tipo de préstamos, que generalmente rondan el 7%. Sin embargo, no existe un límite específico para la usura en estas tarjetas, simplemente debemos seguir la jurisprudencia actual para tener una idea aproximada de a partir de qué porcentaje T.A.E se considera excesivo y, por ende, abusiva.
En una sentencia de febrero de 2023, el pleno de la Sala de lo Civil determinó que solo puede haber usura —y, por tanto, causa de nulidad— si el interés pactado es seis puntos porcentuales superiores al tipo medio de mercado. En la última década, el tipo medio ha estado en torno al 20%, según los datos del Banco de España.
Los intereses de las tarjetas revolving son en gran parte responsables del endeudamiento excesivo de muchos de sus usuarios, pero es verdad que no es su única característica peligrosa. Uno de los mayores riesgos es que, a medida que se paga la deuda, ese pago se suma al crédito disponible en la tarjeta. Por eso, estas tarjetas deben utilizarse con extrema precaución y responsabilidad para evitar consecuencias desastrosas como el embargo.
Se trata de un procedimiento sencillo, para confirmarlo solo tienes que acudir a los recibos mensuales y buscar el tipo de interés (T.A.E. o Tasa Anual Equivalente) que el banco aplica. Si el T.A.E. es superior al 20%, se trata de una tarjeta revolving.
Recientemente, el Ministerio de Economía y Transformación Digital del Gobierno de España aprobó cambios en la ley para incluir regulaciones específicas sobre tarjetas revolving y exigir a los bancos y entidades financieras que las ofrecen, que proporcionen información clara a sus clientes y realicen un análisis exhaustivo de solvencia antes de aprobar la solicitud de dinero.
Entre las tarjetas de tipo revolving comercializadas en España se encuentran las siguientes:
Si deseas realizar una reclamación y anulación del contrato de tu tarjeta y obtener un reembolso por los intereses pagados de más, dependerá de si te encuentras en una u otra de estas dos situaciones:
- Si la cantidad de dinero pagada supera la suma prestada, tienes la opción de iniciar un proceso legal para solicitar la invalidez del contrato y la devolución del exceso de capital, así como de los intereses, el seguro y las comisiones que te hayan cobrado.
Si aún no has pagado el dinero prestado, tienes la opción de presentar una demanda legal para anular el contrato de tu tarjeta y solicitar el reembolso de los intereses, el seguro y las comisiones. No obstante, deberás pagar a la entidad financiera el capital que te quede por devolver.
El 2 de enero de 2021, entró en vigor esta nueva normativa sobre tarjetas revolving, con la intención de brindar una mayor claridad y transparencia en la comercialización de este tipo de productos financieros. La mayoría de las entidades financieras continúan incumpliendo esta acuerdo.
A pesar de esta nueva norma, los contratos previamente firmados mantendrán tasas de interés desproporcionadas y la única forma de librarse de la deuda perpetua que generan es anular el contrato.
Si sospechas que contrataste una tarjeta sin que fueras informado de manera clara sobre sus condiciones y, además, pese a que pagas cada mes tus cuotas, tu deuda no termina, es momento de que tomes medidas. Desde Repagalia podemos ayudarte.
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