Ser propietario de una vivienda implica ciertas responsabilidades, entre ellas, el pago de las cuotas de la comunidad de vecinos y las posibles derramas. No obstante, en algunas ocasiones, pueden surgir dificultades económicas que dificulten el cumplimiento de estas obligaciones.
Un vecino se considera moroso cuando deja de pagar la cuota de la comunidad o no abona el dinero requerido en las derramas extraordinarias. El impago de una sola cuota, ya sea ordinaria o extraordinaria, es suficiente para ser considerado moroso. En caso de que la vivienda esté alquilada, la responsabilidad de pagar las cuotas recae sobre el propietario y no en el inquilino.
El plazo para realizar el pago se establece en los estatutos de la comunidad o en acuerdos de la junta de propietarios. Por ejemplo, puede estipularse que la cuota debe abonarse durante la primera semana de cada mes. En este caso, un propietario se consideraría moroso un día después de no cumplir con este plazo. Sin embargo, si la comunidad no ha establecido un plazo específico para el pago de la cuota, la condición de moroso no se aplica hasta que finalice el mes indicado en el recibo de pago.
Cuando un vecino se encuentra en situación de morosidad, esto implica que los demás vecinos deben asumir su parte para cubrir los gastos ordinarios de la comunidad. Además, la morosidad también tiene un impacto negativo en la liquidez de las cuentas y dificulta la aprobación de mejoras en el edificio, ya que no se podrán recaudar los fondos necesarios a través de las derramas, lo que a su vez incrementaría la deuda existente.
Según el artículo 21 de la Ley de Propiedad Horizontal, la comunidad tiene la posibilidad de privar temporalmente al moroso del uso de servicios o elementos comunes, siempre y cuando esta privación no sea abusiva ni desproporcionada. Aunque la norma no establece una lista específica de medidas, cada comunidad tiene la discreción de decidir cuáles aplicar.
La Ley de Propiedad Horizontal permite tomar medidas para disuadir la morosidad, como establecer intereses. Tanto la junta de propietarios como los estatutos de la comunidad pueden tomar esta medida, la cual se aplicará durante el tiempo en que el vecino se encuentre en situación de morosidad.
Una ventaja de esta medida es que se trata de una decisión impersonal, ya que los intereses se calcularán automáticamente en las cuotas que el administrador envíe al moroso al momento de realizar la liquidación.
La falta de pago de las cuotas de la comunidad de vecinos conlleva diversas consecuencias negativas tanto para el vecino moroso como para el resto de los propietarios. A continuación, se detallan algunas de estas consecuencias:
Incremento del importe adeudado: En caso de impago, se pueden aplicar los intereses legales correspondientes, como ya hemos mencionado, lo que aumentaría el importe total de la deuda.
Acciones legales y embargo de bienes: La comunidad tiene la posibilidad de emprender acciones legales contra el vecino moroso para reclamar el pago de las deudas. En este sentido, puede solicitar el embargo preventivo o ejecutivo de los bienes del moroso como medida para asegurar el cobro de la deuda.
Desahucio: Si el vecino moroso acumula una deuda equivalente a más de tres mensualidades ordinarias o una extraordinaria, la comunidad puede solicitar al juez el lanzamiento o desahucio del moroso.
Estar en ASNEF: Estar incluido en el fichero de morosidad puede dificultar la obtención de créditos, préstamos e incluso la contratación de servicios como telefonía, seguros o suministros. Es importante tener en cuenta que estas consecuencias pueden variar según la legislación y los estatutos de cada comunidad de vecinos. Por ello, es fundamental cumplir con las obligaciones de pago para evitar problemas y mantener una convivencia armoniosa en la comunidad.
De acuerdo con el Código Civil, las deudas que se mantienen con una comunidad de propietarios prescriben después de transcurridos cinco años desde que se puede exigir el cumplimiento de la obligación. Esto se aplica tanto a las cuotas ordinarias como a las extraordinarias. La obligación de pago se vuelve exigible una vez que se aprueba el presupuesto anual de la comunidad o cuando se acuerda un gasto extraordinario o una derrama.
A partir de ese momento, comienza a contar el plazo de prescripción. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la prescripción puede interrumpirse por diversas causas:
Vía judicial: si se presenta una demanda contra el vecino moroso ante los tribunales, se inicia un proceso legal para reclamar la deuda.
Vía extrajudicial: implica llevar a cabo una acción que demuestre la intención del acreedor de exigir el pago. Esto puede incluir el envío de un burofax, una carta certificada o un requerimiento notarial al vecino moroso. Es importante que quede constancia de su recepción por parte del deudor.
Como deudor tienes ciertos derechos que es crucial conocer y ejercer para protegerse frente a reclamaciones de la comunidad. Estos derechos incluyen:
Derecho a impugnar acuerdos: El vecino moroso tiene el derecho de impugnar aquellos acuerdos de la comunidad que considere ilegales o abusivos. Para hacerlo, se debe cumplir con los plazos y procedimientos establecidos por la ley.
Derecho a solicitar aplazamiento o fraccionamiento de pago: Si el vecino moroso atraviesa dificultades económicas, tiene el derecho de solicitar un aplazamiento o fraccionamiento del pago de la deuda. Para ello, deberá demostrar su situación financiera y ofrecer garantías suficientes.
Derecho a compensar la deuda: El vecino moroso tiene el derecho de compensar su deuda con los créditos que tenga frente a la comunidad. Sin embargo, esta compensación solo es posible si los créditos son líquidos, vencidos y exigibles.
Derecho a no ser discriminado o excluido: A pesar de ser moroso, el vecino tiene el derecho de no ser discriminado o excluido por esta condición. Esto significa que no se le puede negar la participación en las votaciones de la comunidad ni el acceso a los servicios comunes, a menos que exista una restricción justificada.
Si te encuentras en una situación de endeudamiento y no puedes hacer frente a las cuotas de tu comunidad de vecinos, es importante que busques la ayuda de expertos en reparación de deudas. Estos profesionales están especializados en brindar asesoramiento y soluciones para el endeudamiento.
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