Lo primero que debes saber es que los conceptos de Tipo de Interés Nominal (TIN) y de Tasa Anual Equivalente (TAE) se establecieron por el Banco de España y, por tanto son oficiales.
El Tipo de Interés Nominal (TIN) es el porcentaje fijo que se pacta en concepto de pago por el dinero prestado. Indica el tanto por ciento que recibe el banco por ceder el dinero. Por ejemplo, en un préstamo hipotecario el TIN mensual se obtiene sumando el euribor al diferencial aplicado por el banco.
El TIN es el tipo de interés que los bancos utilizan y nos comunican en los contratos de depósitos, imposiciones, préstamos, créditos e hipotecas; y refleja el pago de intereses por disponer del dinero durante un periodo de tiempo.
Por lo tanto, se trata del tipo de interés que indica el coste efectivo de un producto financiero. Es decir, el TIN no tiene en cuenta ningún tipo de gasto asociado a la operación, únicamente es el interés que se ha acordado con la entidad financiera para la operación. A diferencia de la TAE, el TIN no tiene por qué ser anual.
Normalmente, las entidad bancarias determinan el TIN mediante un cálculo conocido como la Ecuación de Fisher, que consiste en la suma entre la tasa de inflación y el tipo de interés real que establece el Banco Central Europeo.
El TIN es un componente de la TAE. Se trata del indicador fijo de cualquier tipo de préstamo y puede ser anual, mensual, semanal, diario, etc. Si bien, lo más frecuente es que sea anual.
La Tasa Anual Equivalente (TAE) refleja el coste o rendimiento efectivo de un producto. Se utiliza como tipo de interés de referencia para homogeneizar los diferentes tipos y condiciones de operaciones de préstamo y crédito cuando hay diferentes períodos de liquidación, gastos, etc.
En definitiva la TAE revela cuánto nos va a costar el producto de financiación en cuestión. En ella se incluyen aspectos que van a repercutir en el precio final que vamos a pagar al banco o entidad financiera que nos va a prestar el dinero. Incluye tanto el tipo de interés del préstamo (TIN) como otros gastos (comisiones y gastos asociados) y condiciones del préstamo (el importe que se va a solicitar y el plazo en el que se va a devolver).
¿Cómo se calcula la TAE?
Se calcula de acuerdo con una fórmula matemática que tiene en cuenta el TIN, las comisiones que se refieren a los gastos que tiene el banco por la gestión del préstamo (quedarían fuera, por ejemplo, las de posibles impagos) el plazo de amortización o tiempo en el que se devuelve el dinero y el capital prestado.
TAE = (1 + r/f)f-1. donde r es el tipo de interés nominal y f la frecuencia de los pagos.
La TAE debe estar explicada de forma clara en la publicidad y documentación que se entrega mientras se negocia y al firmar un producto financiero siempre que se esté explicando algún aspecto económico del mismo.
De hecho, las entidades bancarias españolas están obligadas a informar sobre esta tasa (TAE) en sus operaciones y en la publicidad que hagan de sus productos, en las ofertas que realicen, en los contratos que formalicen con sus clientes y en los documentos de liquidación de operaciones activas y pasivas.
Habitualmente, la TAE se encuentra en dos tipos de productos bancarios:
Entre estos encontramos: préstamos personales, en los que la TAE nos señala el coste total del préstamo. Y las hipotecas, en los que no se incluyen gastos como la tasación del inmueble o los impuestos.
Los productos de ahorro, como las cuentas, los depósitos, entre otros. Aquí la TAE nos indica el beneficio que genera el dinero y que se ha depositado en el plan de ahorro, como la cantidad de dinero ahorrado.
No es habitual que las dos cantidades coincidan. Generalmente, las entidades financieras añaden gastos adicionales por comisiones y gestiones que deben incluirse en el cálculo de la TAE.
No obstante, dependiendo de la entidad en cuestión, se pueden parecer en mayor o menor medida. Asimismo cuando se trata de una hipoteca, la TAE también depende de si se ha elegido un tipo de interés fijo, variable o mixto.
Además del TIN y de la TAE, existen otros tipos de interés y tasas que puede ser interesante conocer dependiendo del producto que se va a contratar:
A pesar de que no existe un monto fijo para determinar cuando un TAE es abusivo, la Ley de Usura de 1908 menciona que... "puede considerarse interés abusivo todo aquel que esté por fuera de los márgenes establecidos como usuales o acostumbrados en el ámbito nacional"
En nuestro post Intereses abusivos: ¿Cómo afectan a tus finanzas personales? puedes obtener más información en detalle sobre los intereses abusivos y usurarios.
Si sospechas que has sido víctima de intereses abusivos, lo primero y recomendable es analizar tus pagos mensuales:
En estos casos, puedes exigir la cancelación del préstamo y la devolución de lo que has pagado de más.
En cualquier caso, es importante buscar asesoramiento legal para proteger tus derechos e iniciar una reclamación, si procede.
Los clientes de Repagalia, cuentan con el respaldo de Kubo Legal, incluido en su contrato, para recibir asesoramiento gratuito en asuntos legales.
Con los procedimientos adecuados, puedes reclamar los siguientes tipos de crédito o préstamos:
En conclusión:
- Antes de solicitar un préstamo, asegúrate de comprender todos los términos y condiciones, incluyendo la TAE y los gastos asociados.
- Si sospechas que estás siendo víctima de intereses abusivos busca asesoramiento legal y exige tus derechos como consumidor.
Si tienes dudas con tus préstamos, tarjetas o deudas y los intereses que estás pagando, ponte en contacto con Repagalia, te asesoramos de forma gratuita.
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